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 BREXIT
Un tratado de aritmética para niñas

Un tratado de aritmética sólo para niñas


 

  ¿ Jugamos ?  

Jimena Fernández de la Vega Lombán, Margarita Salas, María Blasco, Rosa María Menéndez, Elena García Armada, Alicia Magadalena Sintes...Todos son nombres de mujeres a los que  podríamos añadir muchos más.  Pero quedaros, al menos, con algunos de ellos.

Para comenzar el juego os proponemos un viaje. Os apetece, ¿verdad? Y más en estos tiempos difíciles que estamos viviendo.

 

  Pues comenzamos…  

Es un viaje espacial que nos traslada al pasado, al año 1860, y a un municipio de la provincia de Toledo llamado Chozas de Canales. Es una tarde otoñal de principios del mes de noviembre que nos invita a dar un paseo por sus calles hasta llegar a la Plaza Pública [1]. En ella hay una bonita Ermita, la del Cristo de las Misericordias al que veneran sus vecinos Y también hay un gran edificio blanco con mampostería de ladrillo que preside dicha plaza, el Ayuntamiento [2]. Éste último, además, alberga en los extremos las Escuelas Públicas. A la derecha, la de los niños con su profesor Don Nicanor. Y a la izquierda la de las niñas con su profesora Doña Basilisa [3]. Todos juntos, pero sin estar revueltos, como dice la Ley [4]. 

    

Cordialmente nos invitan a pasar y visitar sus instalaciones. Todo está ordenado, cuidado con gran mimo. Se desprende un halo de humildad que hace de las aulas un lugar entrañable [5].

Entre catecismos, gramáticas, dedales y alfileres [6], nos llama la atención un pequeño “librillo” que se encuentra sobre uno de los pupitres del aula de las niñas. Sus cubiertas son de color verdoso, mide unos 15 x 10 centímetros y sólo tiene dieciséis páginas. Pero si sus características físicas son llamativas, lo que más nos sorprende es lo que encontramos en su interior. Sin más, lo tomamos prestado, pasamos la primera página y leemos su título:

 


 

 


 

¿Cómo? ¿Hemos leído bien? ¡Un libro de aritmética dedicado sólo a las niñas!

Pero si el título nos deja asombrados, no vamos a salir del mismo, cuando pasamos a su segunda página y nos encontramos una advertencia que literalmente dice así:

 

"ADVERTENCIA

 

No creyendo necesario para las niñas un tratado de Aritmética tan extenso como para los niños, me ha parecido conveniente extractar del que tengo publicado para estos las presentes Nociones, con el fin de que sirvan para el estudio de aquellas, supliendo sus profesores la parte práctica y demás observaciones que  le sean indispensables."

¡Vaya! Si el título del “librillo” nos ha sorprendido, la Advertencia que acabamos de transcribir nos ha dejado sin palabras, ¿verdad? Pero es que las catorce páginas siguientes son un desarrollo de lo prometido en la misma, es decir, son nociones de teoría con una serie de preguntas del tipo:

 

¿Qué es la Aritmética?, ¿Qué es un número?, ¿Qué es numerar?, ¿Qué es sumar?, ¿Qué usos más comunes tiene la división?”, entre otras, junto a ejercicios para leer cantidades, las tablas de multiplicar, los números romanos y poco más. En definitiva, una enseñanza completa para los niños y otra muy distinta para las niñas porque éstas no lo necesitan.  


 

¡Qué Injusto!, ¿no os parece? En nuestra cabeza, por suerte, semejante distinción hoy no tendría cabida. Pero recordad que en nuestro viaje nos hemos trasladado al año 1860, y nos movemos en un contexto social que reservaba a la mujer el papel de perfecta casada, buena esposa y buena madre. Y que en lo único que debía destacar era en sus labores de agujas.

Si bien la Ley de Instrucción Pública de 1857, conocida también como Ley Moyano [7], en su art. 7 obligaba a que la enseñanza elemental fuese obligatoria para los niños de 6 a 9 años, la realidad era muy distinta. Y así se llega a principios del siglo XX, con un 70% de las mujeres del país analfabetas.[8]

 

Además, la misma Ley marcaba que las áreas de enseñanza debían ser distintas para los niños y para las niñas, de modo que si los campos de enseñanza de agricultura, industria, comercio, geometría, dibujo lineal, agrimensura [9], nociones generales de física y de historia natural, eran ámbitos del saber destinados sólo para los primeros, la misma Ley en su art. 5 disponía que a las niñas les correspondían saberes tan importantes como las labores propias del sexo, elementos de dibujo aplicados a las mismas labores y ligeras nociones de higiene doméstica [10].


¡Hay que ver a dónde nos ha llevado el pequeño “librillo” verde! Nos ha adentrado en un contexto educativo muy injusto para todas las mujeres. Aunque también es cierto que nos ubica en esos primeros momentos en los que la enseñanza elemental se hace obligatoria para todos, sea niño o niña, al menos entre los 6 y los 9 años. 


 

Afortunadamente todo eso ha cambiado y la concepción social de la mujer hoy es muy distinta.  El Saber ya no es un privilegio exclusivo para el varón. Desde el punto de vista académico, no encontramos diferencias formativas, y por ello contamos con la existencia de Jimena Fernández de la Vega Lombán (pionera de la genética médica en España),  Margarita Salas (introdujo la investigación en genética molecular en nuestro país), María Blasco (especialista en el

estudio del cáncer, la neurobiología, la genética vegetal, la genómica y la bioinformática), Elena García Armada (ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico del mundo para niños), o Alicia Magdalena Sintes (centra su investigación en el campo de la astronomía de ondas gravitacionales). Todas ellas son un pequeño ejemplo de muchas mujeres de españolas que destacan en su labor investigadora en todos los ámbitos del saber.

Pero volvamos a nuestro relato porque ya es hora de marcharnos. Así que, tal y como cogimos prestado ese pequeño "librillo verde" lo devolvemos y nos despedimos de nuestros amigos Don Nicanor, Doña Basilisa y de todos los pequeños, agradeciéndoles su amabilidad y todo lo que nos han enseñado. 

Recorte de la fotografía de la inauguración del edificio dedicado a Ayuntamiento, Escuelas Públicas y Viviendas para los profesores de principios de mayo de 1904. En la parte iluminada se aprecian un grupo de niños y niñas que probablemente serían los alumnos y alumnas de las escuelas junto a sus profesores.Recorte de la fotografía de la inauguración del edificio dedicado a Ayuntamiento, Escuelas Públicas y Viviendas para los profesores de principios de mayo de 1904. En la parte iluminada se aprecian un grupo de niños y niñas que probablemente serían los alumnos y alumnas de las escuelas junto a sus profesores.

Y por hoy nuestro viaje al pasado, a la segunda mitad del siglo XIX, ha terminado. Estamos encantados que nos hayáis acompañado y, sobre todo, esperamos que os haya gustado. Pero antes de despedirnos os contamos una cosa más que os puede interesar. Esas "Breves nociones de aritmética dedicadas a las niñas de primera enseñanza", han permanecido en el edificio de nuestro Ayuntamiento desde 1860. Pero ya no están sobre uno de los pupitres del aula de las niñas. Hoy descansan en el Archivo Municipal, lugar desde donde os esperamos de nuevo para seguir compartiendo historias con todos vosotros que nos trasladen a nuestro interesante y sorprendente pasado.


Mª Consuelo Sánchez García.


Notas


[1] Según el Padrón Municipal de Habitantes de 1857, la que hoy conocemos como "Plaza La Constitución" era denominada "Plaza Pública". Archivo Municipal de Chozas de Canales (AMCHC), Caja M-41.

[2] La descripción del Ayuntamiento, aunque real, es anacrónica en este relato, pues el edificio actual es de principios del siglo XIX.

[3] Conocemos los nombres reales de los profesores gracias a los documentos que se conservan en la Caja 46 de Instrucción Pública del Archivo Municipal.

[4] Según el artículo 100 de la Ley de Instrucción Pública de 1857, también conocida como "Ley Moyano": "En todo pueblo de 500 almas habrá necesariamente una Escuela elemental de niños, y otra, aunque sea incompleta de niñas". Gaceta de Madrid, 1710 (10 de septiembre de 1857), p. 2.

[5] Una crónica de la inauguración oficial del Actual edificio del Ayuntamiento y las Escuelas Públicas por el Gobernador Civil, fue publicada en el Periódico El Castellano16 (14 de mayo de 1904), p. 4.  

[6] En la Caja 46 de Instrucción Pública se conservan numerosos documentos relacionados con la gestión y el mantenimiento de las escuelas públicas siendo llamativos los presupuestos, inventarios de enseres, albaranes, notas de entrega, facturas, etc., donde se puede conocer con detalle el mobiliario (sillas, mesas...), el material docente (libros, mapas, papel, dedales, alfileres, cartillas, etc.) y otros enseres (cuadros, crucifijos, tinteros, etc.). 

[7] Cuando se habla de la "Ley Moyano" no se hace más que referencia a la citada Ley de Instrucción Pública de 1857, conocida bajo dicho apelativo, dado que fue el Ministro de Fomento, Claudio Moyano, el que la impulsó. Para conocer mejor las novedades de dicha Ley os recomendamos el estudio de MONTERO ALCAIDE, Antonio, "Una Ley Centenaria: La Ley de Instrucción Pública (Ley Moyano, 1857)", en: Cabás: Patrimonio Histórico Educativo, 1(2009), 23 pp. En línea: http://revista.muesca.es/documentos/cabas1/6-%20Una%20ley%20centenaria-%20Ley%20Moyano.pdf [Consulta: 03-11-2020]. 

[8] Son muchos los estudios que centran su atención en la educación de la mujer en los dos últimos siglos. Los datos aportados han sido tomados de BALLARÍN DOMINGO, Pilar: "La educación de la mujer española en el siglo XIX.", en: Historia de la Educación. Revista interuniversitaria, Vol. 8 (1989), pp. 245-260. En línea: https://revistas.usal.es/index.php/0212-0267/article/view/6837/6823 [Consulta: 03-11-2020].

[9] La Agrimensura es una rama de la topografía destinada a la delimitación de superficies, a la medición de áreas y a la rectificación de límites.

[10] Véanse los artículos 2, 4 y 5 de la Ley de Instrucción Pública de 1857. Gaceta de Madrid, 1710 (10 de septiembre de 1857), p. 1. 

 

 

 

 


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